Diana y Cristián se dieron el sí con tema del Zalo Reyes

Ni ahí con hacerse esperar. Diana Bolocco ayer llegó a las tres de la tarde a la Casona Reina Sur, en Colina, para prepararse de pies a cabeza en el día de su matrimonio con Cristián "Lolo" Sánchez.

Vestido blanco con una cinta negra en su cinturita de avispa,  peinado, los tatos, el maquillaje, la liga... En todo eso pasó  la menor del clan Bolocco-Fonck, antes de que el cucú marcara la seis y media de la tarde, hora en que el curita les daría la bendición, después de siete años de pololeo.

A las cinco empezaron a llegar los invitados al mambo. Familia, amigos y colegas se hicieron presente. Su hermana Cecilia ingresó matando con un escotado, pero repetido modelito lila (el mismo que usó en la Teletón) junto a su hijito Máximo. Harto famosillo se sumó a la fila, como Daniel Alcaíno, Berta Lasala, "Pancha" Merino, Karla Constant, Jordi Castell, quien se aventuró en un taxi junto al modisto Nicanor Bravo. Mientras que Martín Cárcamo, amigo íntimo de la novia, no se vio por ningún lado.

Pura emoción

Con toda la gallá ubicada en la parroquia del centro de eventos y los retoños de Diana y Sánchez sin despegarse de ellos, fueron declarados marido y mujer ante el Pulento. Pero ahí no paró la emoción, pues pa' que vean que los cabros tienen la pura cara de cuicos, sellaron la unión con un coro que les entonó "Mi prisionera", de Zalo Reyes. La canturreada se escuchó hasta la calle y la barra pop que sapeaba de lejitos se emocionó más que la madrina. “Elegimos esa canción porque nos gusta mucho y tiene sentimiento”, dijeron los recién casados, apenas se asomaron para hablar con la prensa.

- ¿Cómo estuvo la ceremonia, chiquillos?

- Diana: Yo entré acompañada de mis dos hijos y Cristián con nuestro hijo Facundo, estuvo todo muy bonito.

- ¿Y Martín Cárcamo, se perdió del camino?

-  Diana: Me avisó que no venía, pero está conmigo en el alma y en espíritu.

Todo rico

Entre las cositas ricas que comieron los más de cien pericos que fueron al casorio, estuvo un atún sellado con trozos de palta y aderezos, pato con champiñones y verduras asadas. A la hora del postre los comensales quedaron dulcecitos con crème brûlée con berries, mango y una salsa. Sobre la tomatera, de adentro nos contaron que había un cuantohay de brebajes para quedar como choapino.

Lo feo

Entre tanto festejo y sonrisas de oreja a oreja hubo solo una cosa que les cayó como manzana envenená a los tortolitos: una cámara sapa, del programa "Secreto a Voces", que anduvo volando sobre el recinto. "Respetamos su trabajo a pesar de que andaba una cámara aérea", se quejaron.

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