En el golpeado Valparaíso, y a eso de las 18 horas, Leo Méndez pisó el palito con Marcela Duque, belleza con la que mantiene una relación hace más de diez años.
Cerca de las 17:50 se apersonó DJ Méndez en la capilla lateral de la iglesia San Francisco, en la calle Castro del cerro Barón de Valpo, mientras que simultáneamente salieron del hotel Alcalá de Viña del Mar la novia con el padrino en un auto negro, Chevrolet del año 1938.
Como los chascarros no podían faltar, en Av. España se les pinchó una rueda y tuvieron que pasar a una conocida bencinera de dicha arteria vial para poder echarle aire y llegar a la iglesia.
Diez minutos antes de las seis y media llegó la novia. Entró a la iglesia con su padrino y el pequeño Esai. La música sonaba y los invitados se emocionaban, mientras que varios sapos querían cachar qué estaba pasando.
Los casó el padre Yanko Pajuric en una ceremonia muy íntima, llena de arreglos de flores rojas y blancas.
En la ceremonia religiosa, Méndez se mandó un pequeño discurso de cerca de 8 minutos, en el cual relató la historia de ellos, desde que la conoció hace varios años en Suecia. Confesó que lo más hermoso eran los ojos de Marcela y que le gustaba su sonrisa. Dio gracias a la familia, a los amigos que estaban allí y en especial a ella por la familia que tenían. Todo esto se entendió muy poco ya que el artista tenía un nudo en la garganta y estaba a punto de llorar, emocionando a la concurrencia y en especial su novia.
Cerca de las siete de la tarde los novios salieron de la iglesia ya convertidos en marido y mujer. La novia, en un vestido clarito sin cuello y hombros, elegido desde la tienda "La Casa Blanca", se vio bella y emocionada, mientras que el cantante se lució en un traje de última temporada de la lujosa marca “Helena Rubistein”.
Se montaron arriba del toco y partieron raudos a la fiestoca, mientras que familiares, como la Steffi y Leíto Junior, se movilizaron en algunas van. El resto de los invitados se subió a un bus especialmente contratado para la ocasión.
Cerca de las 7 de la tarde empezó el ajetreo en las afueras del Club Árabe, ubicado en el Cerro Castillo de Viña del Mar. En el lugar del carrete cerca de 200 personas estaban gritando y tomando fotos en la calle.
A coro decían "Steffi Méndez Reina del Festival", por lo que la chiquilla repartió autógrafos en un ajustadísimo vestido rojo. Mientras que Leíto, ídolo de la lolería, compartía también con sus fans.
Los novios con sus invitados estuvieron en la terraza del club con vista al mar para hacer el brindis, mientras que al interior se preparaba la comida consistente en hartos productos del mar y centolla. ¡Pa' chuparse los dedos! Y ahí la fiesta no paró, papá.