Aunque el Negro Piñera anda como loro por los medios y discotecas (ver notas página 43), el cocido Secreto a Voces (SAV) quiso estrujarlo más en una entrevista íntima y "exclusiva" que realizaría Giancarlo Petaccia.
Costó un mundo convencerlo de darle la pasá al Peta, pero al final -luego de cualquier muñequeo- cedió al encuentro que anoche sería mostrado en la emisión del queteconté. Aquí viene la historia.
Para sentirse a sus anchas, el artista de la boina oscura convidó al equipo del programa a su departamento, con el fin de grabar ahí la cháchara. Entusiasmado con la movida, p'allá partieron dos camarógrafos, iluminadores, el editor, el gato, el perro y el conductor de punta en blanco.
En la vivienda de soltero del ex de Belencita rápidamente se instalaron trípodes, cámaras, luces, le maquillaron las pate' gallo a Petaccia y cuando estaban a punto de apretar REC, sonó el celular del dueño de casa. "Era su hermano Sebastián, el Presidente", juró un cercano a la producción del espacio farandulero de Mega. Hablaron un rato y después, el rey de la noche dio la mansa sorpresa: ¡Reculó dar la entrevista!
Al grupo presente casi se le cayó el pelo con el pastelito; trataron de convencerlo, pero no hubo caso. En fin, tuvieron que devolverse al canal con las cintas peladas.
"No lo entrevistamos porque no tenía permiso médico y nos dijo que estaba complicado por la familia... La idea es no exponerse más", salió al paso Giancarlo, tras funársele el entrevistado.
- ¿Qué crees que le dijo el Presi?
- No sé nada de eso, sé que está complicado con el tema de su familia.
- Pucha, te quedaste con la laca puesta...
- Bueno, igual conversamos mucho en off (sin grabar nada) con él, porque estuvimos toda la tarde en su casa. Además, de todas formas ya teníamos un material y cuñas suyas.
