Como Aroldo “el Bora Maravilla” del reality Amazonas es un salpicón entre nuestro Américo y Alexis Sánchez, pusimos ojo clínico para cachar las cualidades de su arrastre y hasta mandamos a pedir una lupa pa’ ver si su liana anda por ahí con la de Fabricio.
Aroldo Miveco, el Benjamín Vicuña selvático, tiene 27 años. Si lo ponemos contra la huincha mide 1,61 de estatura, calza 39 y no perdona a la hora de echar carnitas a la olla. Chúpense esa mandarina.
Y como si fuera poco, por su canibalismo amoroso ya han pasado por el menú 14 novias, 4 de ellas extranjeras. Parece que amor nunca le ha faltado, porque antes de Tanza le estaba clavando la lanza a una japonesita, a la que le estaba construyendo una casita chiquitita, así.
A pesar de que uno lo pueda mirar a huevo, por ser medio tacuaco y huesudo, todo indica que a falta de músculos le pone wendy con la fibra, ya que es el bora más apetecido en la aldea. Por eso las boritas ya andan echando humo con el pegoteo con Tanzita y no aceptan el intercambio cultural con yapa.
De todas maneras, el jefe de la tribu no tiene atados con el amorío, aunque se le paró la pluma al saber que el lindorfo se había ido de paseo a portarse mal en los matorrales junto a la ex Año 0.
Como el Romeo autóctono ha conocido el cielo gracias al avance en tecnología amorosa que le ha mostrado la Varela, a modo de agradecimiento tiene a nuestra compatriota tapada en regalos.
Por eso en el día a día no cuesta nada pillarlo de excursión, buscándole frutitas ricas y jugosas a su enamorada. Salió güenazo pa’ exprimir.
Además suelta las manitos por las tardes (no se nos pongan cochinones porque no va por ahí) y le arma mononos colgantes de madera a la ex rucia.
PICAO A CHORO
Querido lector, como sé que ante tanta cualidad amazónica su iñora le puede tirar la carrocería encima por ser flojonazo y andar chuteando a Cupido, le comento que el príncipe azul del Amazonas igual tiene su genio y le bajan los monicacos de vez en cuando.
Como es el sobrino del jefe máximo de la tribu, muchos esperarían que Miveco fuera señorito y se portara mejor que el Mowgli de Disney. Pero bueno, la cosa no es nadita así.
Porque el cabrito salió rebelde y más de una vez le ha bajado la tontera contra el rayado de cancha que tratan de imponerle. Si hasta ha amenazado con agarrar su taparrabos y mandarse a cambiar, chato del paqueo que le impone su cultura.