Llevan 6 días acampando fuera del Estadio Nacional y hasta duermen a la intemperie. ¿Su objetivo?, ser los primeros en entrar al concierto de la locateli Lady Gaga del próximo 20 de noviembre.
Son 44 lolitos que en la puerta Pedro de Valdivia del coliseo ñuñoíno, esperan ansiosos poder ver a su ídola. Su líder es Militza Gascón, una chicoca de 22 años y estudiante de Administración Pública.
Militza llegó con 5 amigos, todos fans de la cantante gringa, el domingo 4 de noviembre en la noche para hacer la previa del concierto. Y cada día se les fueron sumando más ladyadictos.
"Nos vinimos 3 semanas antes para asegurarnos. Para que nadie nos ganara el puesto", soltó Miliza, que así como ocurrió con los 33, ya es conocida como la alcaldesa del campamento.
Pero su llegada con exagerada anticipación tiene una razón no tan descabellada. Durante su tour Born this Way, Lady Gaga prometió que los primeros en llegar a sus shows podrán acceder a una ubicación privilegiada (al lado del escenario) durante su presentación.
"Es una regla de ella. Sale en su página. La cantidad de gente a la que premia es relativa, depende del país. Por ejemplo en Colombia dejó pasar a 400 personas. Acá esperamos que sean 500", explicó Gascón.
Miliza llegó al mismo tiempo con sus cinco amigos, incluso, sincronizaron su llegada para que todos fueran los primeros.
"Existe la posibilidad de que el primero pueda compartir con ella, en este caso, seríamos mis amigos y yo", agregó.
"Y también porque si quedamos muy cerca de ella, quizás nos vea y nos invite a bailar al escenario”, anhela Felipe Fernández, del grupo de los 5.
Ordenaditos
Organizados por Militza, a medida que llegan al campamento, los lolitos deben inscribirse en un registro que será entregado a la producción del evento el día del show.
Cada inscrito debe cumplir como único requisito dormir afuera del Nacional. En saco de dormir, al aire libre o dentro de sus autos.
Las carpas las usan con precaución, porque ya tuvieron problemas con Carabineros.
El que no llega a dormir, es sacado inmediatamente de la lista.
Hacen tandas de vigilancia de al menos dos personas durante el día, para evitar que se formen otras filas y que les quiten la preferencia. Y se turnan para ir a sus casas a ducharse y cambiarse de ropa.
A través de asambleas, estudian cada caso y se autoriza a los inscritos para asistir a sus estudios y trabajos respectivos.
"La idea es que todos puedan seguir haciendo sus vidas normales y no dejen de lado sus responsabilidades", explicó la alcaldesa.
Sus familias opinan que están locos.
"Y lo reconocemos. Nadie en su sano juicio acampa 3 semanas para ver a una cantante. Pero somos unos locos felices", aseguró la improvisada autoridad.
Dentro del grupo hubo uno que incluso le inventó a su mamá que su universidad estaba en toma y que se ausentaría unos días para "apoyar la causa".
"Son las cosas que uno está dispuesto a hacer por amor a Lady Gaga", remató sin decir su nombre para seguir pasando piola.
