Ahora sí que andan terrible de espirituados en TVN. Esta semana partieron las grabaciones de la próxima nocturna, "La Poseída", y su elenco anda persignándose como malo de la cabeza pa' que no lo agarre el coleflecha y los ponga a hacer la araña.
Y razón tienen los brocas, miren que la trama está basada en un exorcismo de veritas que aconteció en 1857. Carmen Marín, más conocida como la "endemoniada de Santiago", saltó al jet set hace la cachá de años por ser la primera exorcizada del terruño. En esos tiempos remotos la comadre quedó fichada por supuestamente tener el cuco adentro.
La actriz Luciana Echeverría le presta el cuerpo a la Linda Blair de la vida real, y olvídense como anda de saltona la pobre. Y es que meterse en los designios de don Sata no es na' chiste. Por lo mismo, tanto actores como encargados del tejemaneje de la producción, se están tomando la pega con harto respeto.
"Sé que las encargadas de vestuario han hecho sus oraciones, pero nosotros oficialmente no hemos realizado ninguna limpieza o algo así", revela Rodrigo Sepúlveda, productor ejecutivo del teledramón.
Pa’ darle más churrete al lote, las escenas se hacen en la parte más tétrica del viejo Hospital San José y en el Cementerio Católico. Es más, el primer capítulo parte con un finado.
En lenguas
Los actores han tenido una cuática preparación. Además de aguantar el caregallo bajo sotanas y gruesos trajes de monjas, tuvieron que aprender a hablar en latín y una tracalá de rezos que andan repitiendo como loro.
En el caso del grandote Marcelo Alonso, que es el cura que le sacará el Belcebú a la endemoniada, le tocó más pelúo ya que además lo pusieron de cabeza en clases de exorcismo y confesión con un sacerdote italiano.
“Esta es una historia basada en lo que vivió Carmen Marín, pero la adaptamos y la nuestra se centra en la historia de amor entre esta niñita, el cura (Marcelo Alonso) y el médico (Jorge Arecheta)”.