El hijo que hizo renacer a Kathy Orellana

Son las 3 de la madrugada y una madre entra a un hotel. Su bebé duerme y llora. No hay un padre que esté esperando. La mamá saca el pecho y la guagua detiene el llanto. A las 6.00 en pie. Los dos. Un avión los espera en dos horas más...

Nada nuevo bajo la nube multicolor de cualquier parte del mundo. Una madre, un hijo, soltería, falta de horas de sueño, sacrificio extremo, trabajo... Miles de casos que se van reptiendo, pero que hoy dan la bienvenida a una nueva vida y a una nueva mamá: Katherine Orellana, la imitadora más ilustre del país de la siempre compleja Celia Cruz.

Un mes y cinco días tiene hoy Facundo Israel Abarca Orellana. Es sanito. Para su suerte, la deja dormir en su justa medida. Y al más puro estilo de madre gitana, viaja con él a festival que la inviten. Son dos, una familia que no traza su vida en torno a un padre ausente, y que hace ya varios meses no es parte de su vida. Y nunca lo será.

Kathy ya no habla del tema. “No es tema”, valga la redundancia. Prefiere mirar para adelante, y confiarse en su propia mamá, con quien hizo finalmente las paces.

“Ahora la valorizo más, porque es un proceso de madurez. Incluso, tomé la decisión de volver a mi casa y dejar mi independencia. Yo ahora la espero con el almuerzo, soy como el papá de la casa”, dice de buena gana la morena, quien no duda en expresar en su Twitter sus ganas de trabajar: “Eventos, show familiar, animaciones, cumpleaños, matrimonios, etc... Sólo contactate aquí katherineorellana@gmail!!”.

Está claro. El trabajo (la plata) ya no puede faltar. Es que son dos bocas y el sueño de una casa propia... Pocas semanas antes del nacimiento de Facundo, aún estaba en las tablas de Rancagua como vedette de los 70. Es que le encanta. Y la marraqueta bajo el brazo se hizo latente, porque ya se ha presentado en un par de festivales, donde, explica, ya no hay tiempo -ni ganas- para quedarse alargando la noche.

“Tengo unos proyectos, incluso uno en Puerto Rico. Tengo un nuevo productor (Arturo Valdebenito) y eso me alivia la carga. ¿Sabes? Me hice la promesa de estar en Viña 2014. Ya sea como jurado, invitada, competidora, lo que sea. Me lo propuse”, desafía “Kathy”, mientras Facu toma su tercera merienda del día.

De seguro, el hijo va a estar ahí, esperándola con hambre en un hotel.

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