No cabía un alma en Costa Varúa. En plena semana de celebraciones por el fin de año, la farandulera disco de La Florida reunió durante la noche del sábado a carachos de todas las ondas, entre ellos a dos viejos rivales con sangre en el ojo: Luis "Mago" Jiménez y Mauricio Pinilla.
Mientras Rodrigo Millar y Arturo Sanhueza vacilaban de lo lindo y en buena onda en el vip del centro nocturno, Pinigel se ubicó en un costado del sector de privilegio junto a sus inseparables amigos Waldo Martínez y Nicolás Canales.
En la vereda opuesta, acompañado por primos y su mujer María José López, Jiménez se mantenía piolita hasta que el llamado de la selva le sugirió ir a las casitas. Fue en ese trayecto cuando los peloteros se encontraron a boca de jarro y quedó la grande cerca de las 5 de la mañana.
Con el vivo recuerdo del supuesto gorreo de su pierna suave con el "rey del metro litreado", el Mago no toleró una talla que Pinigol le habría tirado al pasar y le propinó un certero mangazo de frente como pa' quitarle de un zuácate todo lo canchero.
El tatequieto habría sido seguido por otros dos de igual tenor, terminando sólo cuando Mauricio cayó lona al suelo. "A ver si te vuelven a dar ganas de ver 'El Rey León', poh", remató el player del Inter, poco antes de que seguritos del recinto cortaran la chacota e impidieran una segunda patita.
CAÑA
Luego de dormir la mona, a las 14 horas Pinigel fue a constatar lesiones a la Clínica Alemana, donde se le diagnosticó una lesión craneal y otra cervical leve. Más tarde llegó hasta la 17a. Comisaría de Las Condes acompañado de dos amigotes a realizar la denuncia. Según su declaración, el sediento goleador fue golpeado por el Mago tres veces con un objeto contundente y por detrás.
El atado se puso color de hormiga y pasó a la Fiscalía Oriente. Ambos jugadores deberán verse las caras cuando sean citados a declarar.
LA HISTORIA
Era junio del 2007 y mientras la selección criolla figuraba en Jamaica, en Chile dos personajes se iban en volá, supuestamente sin que nadie los cachara. Aprovechando que su pierna peluda, Luis "Mago" Jiménez, sudaba la gota obesa por la Roja, Coté López visitó el departamento de soltero de su "amigo" Mauricio Pinilla, siendo descubierta por la prensa del corazón gracias a que su lujosa camioneta pasó toíta la noche en el frontis del edificio del goleador.
Tras la pillada, la fémina se deshizo en explicaciones intentando en vano sacarse los pillos. Desde que le había prestado el toco a su hermano Matías y que él había carreteado con Pinigel, hasta que había pasado la velada viendo la película "El Rey León" junto a su partner Daniela Aránguiz, destacaron entre los arranques de creatividad más car'e palo.
Al final el matrimonio López-Jiménez se arregló a la buena, aunque el mediocampista del Inter siempre quedó con sangre en el ojo. Sangre que llegó al río apenas se topó con el patas negras, camino al WC.
J.Ruz/J.Requena/R.Henríquez
