El Mago Oli mató la mufa en nostálgico "Festival de la Una"

Muchos esperaban ver a Enrique Maluenda con alguna de sus colorinches chaquetas, pero no. El animador vistió un impecable terno azul oscuro. "Estos son otros tiempos", dijo a la prensa para explicar por qué una de las marcas registradas de "El Festival de la Una", no estaba.

Para la barra setentera, la jornada de ayer en el Caupolicán fue de nostalgia. Por algo el teatro estaba a tablero vuelto. "Él nos acompañó por muchos años, era lógico que estuviéramos acá. Si hasta traje a mis hijos, que almorzaban viéndolo, y ellos a sus hijos, para que vieran que la tele en tiempo de su nona y cuando sus padres eran chicos era familiar", aseguró al diario pop Angélica, acompañada de sus hijos y nietos. "Me alegro mucho ver tan bien a don Enrique, ojalá que haga más de estos espectáculos", agregó don Matías, ex ferroviario.

COTOTO

"Cuando ya en el escenario sentí el cariño de la gente, me tuve que aguantar las lágrimas. Yo soy bien hombre para mis cosas, pero estoy muy emocionado y feliz por el resultado", explico, con la voz entrecortada, Enrique Maluenda.

Aunque había una chorrera de artistas criollos de la talla de Palmenia Pizarro, Magaly Acevedo, Los Galos, Willy Benítez, Marisa y la Sonora de Tommy Rey, entre otros, quien se robó la atención de las cerca de cinco mil personas fue el Mago Oli, el mismo que casi pasa a mejor vida en vivo y directo cuando le falló un acto de magia en pleno set de la pomada que transmitía TVN en esos años.

Ahora, para irse a la segura, sacó gente del público. "Antiguamente yo mismo participaba en estos actos, pero desde que casi me ahogo, busco voluntarios", explicó.

Luego, hizo subir a alguien del público, al que acostó en una mesa la que cortaría con una  sierra eléctrica. "A mí ya no me fallan los trucos", y fue así porque después logró que una mujer levitara.

Javiera Requena

COMPARTIR NOTA