Abril sorpresas mil dice el refrán. Y para Gonzalo Valenzuela fue un sorpresón cuando salió a la luz un paparazeo de su mujer, Juana Viale, pegándose un fogoso atraque en un toco con Martín Losteau, ex ministro de Economía de la Presi Cristina Fernández. Todo mal diría el Manguera, sin cachar que los meses venideros serían aún más movidos...
Irónicamente, mientras el galán criollo laburaba en una teleserie che bautizada como Un Año Para Recordar, los rumores sobre los motivos del quiebre crecieron como bola de nieve. Y lo más heavy, Juanita estaba embarazada.
Se dijo de todo: falta de regaloneos en el catre, que Gonzalito era muy bueno para el carrete y jugar fichitas en los casinos, y hasta la posibilidad de que el retoño en la panza de la Viale no fuera heredero de la dinastía Valenzuela. Si hasta se tiró la posibilidad de un examen de ADN pa' evitar el comidillo.
Lamentablemente en mayo, y con 36 semanas de gestación, Juanita perdió el bebé tras ingresar al Sanatorio La Trinidad de Palermo, en Buenos Aires, con fuertes dolores abdominales. Un cuadro de preeclamsia (hipertensión arterial) habría sido la causa del fallecimiento del crío.
Y aunque no lo crea, de ahí en adelante las cosas no fueron mejorando para los malogrados tortolitos que en julio sufrieron la filtración de una chorrera de fotografías íntimas que se habían realizado en sus cuatro paredes y con las poses más diversas. Mala cosa.
Gonzalo se refugió en el trabajo y cortó los piques a Chilito, salvo para grabar su participación en la teleserie nocturna 2012 de Canal 13, Soltera Otra Vez. Además, su amigui Benjamín Vicuña le tiró el mejor centro al sumarlo, a él y la Viale, al elenco trasandino con el que armaría la obra La Celebración, puesta en escena que ha sido muy aplaudida en las tierras de Gardel.
Y como al cabro no le podía llover sobremojado pa' siempre, las cosas comenzaron a arreglarse y en octubre se confirmó un nuevo embarazo de su amada: un varoncito que debiera llegar en abril de 2012.