La noche del sábado el "Negro" Piñera las vio más negras que su fiel gorra. Fue cordialmente invitado por el grupo británico The Sweet para telonear a Journey en el Movistar Arena, pero apenas intentó participar con su armónica se ganó una pifiadera mundial.
Un abucheo que se suma al bullying que le hacen por twitter cada vez que aparece en escena como hace unos días en la cena con Barack Obama.
Ayer, luego de despertar del feroz carrete que se pegó con el grupo en un pub del sector oriente de la capital, el "Papurri" parló con el diario pop de su escueta y silenciosa participación sobre el escenario y de la silbatina que generó. "Estoy feliz por la invitación. Lo demás, son comentarios que no tomo en cuenta", aclaró.
- Pero te bajaste rapidito cuando pifiaron...
- Hubo problemas con el micrófono, nunca me escuché. En la tarde habíamos ensayado y salió perfecto. Me entregaron un micrófono malo. No escuché nada, no sentí ninguna pifia. Es típico de la gente envidiosa, como cuando me saqué la foto con Michelle Obama. Siempre le buscan la quinta pata al gato, pero no pesco.
- ¿Y a la hora del after lograste sacar un Do de pecho con los The Sweet?
- Después en Las Urracas cantamos juntos, pero fue algo privado. Carreteamos hasta las tantas de la madrugada. Estoy feliz, fue un honor telonear a unos amigos como Journey.
- ¿De dónde tanta amistad con los chascones?
- Tengo una amistad de años con los chicos de The Sweet, desde el tiempo que viví en California y San Francisco. Me invitaron esa noche para tocar un sólo de armónica en la canción AC/DC, algo que duraría dos minutos.