"El Negro se la lloró toda con la visita del cura piñera"

Estuvo internado durante casi tres semanas en la Clínica Santa Sofía por una crisis sicológica que, por respeto a su familia, prefirió no detallar. Sin embargo, el joven punky Ricardo Salinas (25) y su madre se convirtieron en "la familia" que acogió a Miguel Piñera en el encierro y lo ayudaron a mandar cuatro cartas al exterior.

Pese a que le dio hartas vueltas antes de decidirse a difundir su historia, Ricardo es un cabro que confió en el diario pop -solicitó no mostrar su rostro- para contar todo lo que vivió al interior del recinto de salud, donde por primera vez en su vida se topó con el Papurri.

La Cuarta certificó con su factura y datos que Salinas estuvo casi todo el tiempo con el Negro al interior de la clínica -casi 4 millones de pesos le salió su tratamiento-.

Por lo mismo, nos juntamos con él pa' conocer los detalles inéditos del tratamiento y la vida que llevaban los internos.

"Yo llegué el 29 de abril y el Negro llegó unos días después. Él estaba súper mal, estaba todo el día dopado. Supuestamente iba por una terapia de sueño y siempre estaba a cargo de un cuidador. De día y de noche. Los primeros días él miraba la puerta de salida y quería arrancarse", reconoció el joven punky.

- ¿Cómo era el régimen al interior de la clínica?

Adentro curso de natación no había, lo digo porque he escuchado muchas cosas. Hay una piscina pero no es temperada, así que no se ocupa en este tiempo. También había yoga, pero como estábamos todos dopados uno se caía, y el Negro nunca iba. Después, él empezó a sociabilizar y comenzamos a hablar mucho, pero yo nunca le pregunté por la Belén.

- ¿Cómo se evitaba la conexión con el exterior?

- Los celulares se dejaban afuera. En un momento el Negro se acercó cuando yo estaba con mi familia y me pasó un papel. Yo le pregunté a mi mamá si es que lo podía sacar y ella aceptó.

- Después le facilitaron un celular. ¿A quién llamó?

- Hasta ese momento no entendíamos bien, primero llamó a John Vinet (su asesor de prensa) y después a Gustavo Pradenas (su amigo en ese momento). Así comenzó a darse una especie de correo. Me pasaba las cartas a mí y yo a mi mamá. Al final ella se las pasaba a Gustavo.

- ¿Les ofrecieron dinero por la ayuda?

- Gustavo le ofreció dinero a mi mamá y ella se negó, porque encontraba injusto que el Negro estuviera internado porque sí. Yo tenía el mismo médico que él, pero tenía visitas diarias y libres. En cambio él sólo los familiares directos.

- Ustedes sabían que se arriesgaban con todo esto. ¿Recibieron alguna amenaza?

- Uno de los paramédicos llamó a mi mamá y le dijo que se cuidara porque lo que estaba haciendo era muy peligroso, con un tono bien amenazante.

- ¿Cómo eran las visitas del Papurri?

- La visita que le hacían los familiares al Negro eran de 20 minutos a media hora. Eran más bien protocolares.

- ¿Quiénes fueron?

- Una vez fue el Presidente Sebastián Piñera. Estuvo unos minutos y se fue. Entró solo, sin guardaespaldas ni nada. También fue Cecilia Morel y el cura Piñera (habla del obispo de Temuco, Bernardino Piñera).

- ¿Cómo fue esa visita?

- Cuando fue el cura Piñera se quebró. Se la lloró toda, se fueron a su pieza y hablaron en privado. Esa visita le hizo súper bien. Otra que fue es Magdalena Piñera (hermana), quien apareció unas dos o tres veces. Una vez estaban hablando al lado mío y él le pedía que lo sacaran. Ella decía que no, que esperara. Ahí me metí yo en la conversación y le expliqué que al Negro lo tenían todo el día dopado.

- ¿El Negro sufrió malos tratos?

- Había uno o dos paramédicos que tenían problemas con el Negro. Él pedía que ellos no lo cuidaran, obviamente eran los más grandotes. Pero la clínica era casi un hotel, los malos tratos de los que tanto se ha hablado es porque a él no lo dejaban salir y no lo dejaban que recibiera llamadas. Eso es un maltrato sicológico y te caga. Yo estaba vuelto loco por salir y me iban a ver todos los días, imagínate él.

PRADENAS: "SON UNA FAMILIA MUY NOBLE"

El productor de eventos Gustavo Pradenas fue clave al momento de conocer la buena onda con que Ricardo Salinas y su madre sirvieron como correo humano para contactarlo con el Papurri Piñera.

"Quiero desctacar que Ricardo y su familia han sido personas muy honestas y leales. Ellos nos permitieron tener contacto con un amigo que lo estaba pasando muy mal. La madre fue amenazada, se le conminó a no establecer contacto con nosotros. Ella de manera muy valiente logró sobrellevar el temor de esta gente de la clínica, de una manera ejemplar, ella me llamó", aseguró de entrada el panelista de Palestino, en Show de Goles.

- ¿Cómo fue el primer contacto?

- Nos juntamos en un lugar de Santiago y me mostró la primera carta de Miguel. Ese fue un momento muy emotivo. Ella lloró porque estaba cumpliendo un cometido y vieron al Negro sufriendo.

- ¿Cuántas cartas te pasó?

- Fueron cuatro cartas de Miguel y una quinta que es un certificado donde él me autoriza para representarlo en esta etapa ante los medios de  comunicación y judicialmente.

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