Mientras la cumbia de "Noche de Brujas" la rompía en un Teatro Caupolicán a tope, en los palcos del evento más prendido de Halloween los famosillos vivieron su propia noche del terror.
Claro que, paradójicamente, fue el "Rey de la Noche" el que más malito lo terminó pasando: Miguel "Negro" Piñera.
El hombrón llegó radiante y agrandado, y no era para menos, si andaba de la mano de su nueva conquista, la increíble Natalia Letelier, una exquisita abogada de 27 primaveras.
Pero lo que parecía una jornada de amor se empezó a ir a las pailas para el "cantante" cuando emergió como una diva por las puertas del coloso de San Diego. La reina de la canción popular peruana: la Tigresa del Oriente.
Brillante como siempre, la estrella de "Chollywood" encandiló al Negro, quien se soltó de la correa con que su pololi lo tenía a rienda corta, y partió a galantear con la felina de la tercera edad.
"Bienvenida, Tigresa. Está guapísima", le dijo Piñera a la ilustrísima forastera. Ella no se quedó corta. "Migueeel, ¡qué bueno verte! Eres muy guapo. Me gusta tu estilo, tu cara, tu bigote"... le respondió la artista ícono Kitsch al "broder" del Presi, todo justo frente a los colorados ojales del diario pop.
Los piropos mutuos siguieron, y todo derivó en un fogoso piquito que causó la algarabía de los pocos que miraban lo que ocurría en el acceso principal del Caupo. Claro que hubo solamente una persona que no sonrió: la nueva novia de Piñera.
La chiquilla se pudrió y se refugió en los tragos y en Sandy Boquita, quien le prestó su amplio pecho consolador para que pasara las penitas.
Cachando que dejó la crema, el "Negro" apretocué a un pituto que tenía como jurado de una elección, donde tuvo que ir solito porque su pierna suave no lo quería ver ni en pintura.
De hecho, según sapeó La Cuarta, el bohemio máximo de la noche jaguar tuvo que arrodillarse y meter la mano al bolsillo pa' lograr el perdón de Natalia Letelier: la invitó a un romántico viaje a Mendoza, donde ya se están reconciliando a la antigua.