El Papa rezó por Gustavo Cerati y le mandó una carta a su madre

Gustavo Cerati cumplió tres años en coma. Los médicos insisten que sus posibilidades de recuperación son ínfimas, pero su madre se mantiene al pie del cañón, con la fe intacta que el milagro ocurrirá.

De hecho, el 15 de mayo pasado, el día que se cumplieron tres años del accidente cerebro vascular (ACV) de Gustavo Cerati en Venezuela, Lilian Clark conversó con Álvaro Escobar, en el programa "Más Vale Tarde", de Mega, donde aseguró que "a mí y a sus hijos nos reconoce, da vuelta la cabeza o a mí que me aprieta la mano (...) Nunca he pensado desconectar a mi hijo, es más, no es una opción. Él está bien, no tiene complicaciones de otro tipo y eso me da mucha fe".

Esta fuerza ha mantenido a los fans ahí, preocupados, y a los artistas trasandinos en la misión de recordar y homenajear al ídolo argentino, a la leyenda.

Junto a Lilian Clark, la progenitora del músico, también ha tomado la bandera del "no olviden" el artista plástico Gustavo Masó, quien incluso escribió el 20 de agosto al Papa Francisco y le solicitó una oración para que "nuestro amigo y hermano tenga fuerzas en su lucha".

Misiva

Y la respuesta del Sumo Pontífice no se hizo esperar. Le envió una emotiva carta donde alaba el amor de madre, esa "relación tan sagrada como es la de una madre con un hijo", y a la vez agradecía la misiva porque "me ayudó a reconectarme con Gustavo. Porque el acostumbramiento nos va archivando la vida (...) El archivista más cruel es el olvido".

Lilian Clark emocionada, llamó por teléfono al programa "Gracias por venir",  donde figuras como Fabiana Cantilo, Leo García, Richard Coleman, y el artista plástico Gustavo Masó, recordaban el sábado al líder de Soda Stereo. Con la voz entrecortada, pero firme, Clark leyó entera la carta del Papa.

La carta completa...

"Señor Gustavo Masó, gracias por su carta del pasado 20. Me ayudó a reconectarme con Gustavo. Porque el acostumbramiento nos va archivando la vida. Y la vida sigue. Espera. Desaparece y vuelve a aparecer. El archivista más cruel es el olvido. Tenía razón nuestro Borges cuando nos decía que solo una cosa no hallé. Es el olvido. Sí, desde Dios. Pero entre nosotros: el olvido existe y es cruel. Gracias por haber soplado las brisas de un recuerdo.

Le ruego le diga Lilian que me hace bien su testimonio, su valentía en seguir esperando y que estoy junto a ella. Es difícil decir algo frente a la relación tan sagrada como es la de una madre con un hijo. Pero que acepte mi silencio hecho oración. Quedo a su disposición.

Por favor, le pido que rece por mí. Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide.

Cordialmente, Francisco".

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