Largo, ondero, pichanguero, corto y, ahora último, tipo pokemón. Rafa Araneda ha paseado su cabellera por varios looks según su tincá y lo que le diga el espejito. El hombre no deja que nadie le meta mano; ni por moda ni por verse más pirulo.
A un mes y medio de su debut en el Festival de Viña y cachando que la facha de los animadores nica puede ser al lote, Araneda agarró peineta y se dio chipe libre para jugar y probar con el diario pop un par de peinados para matar en la Quinta. Secador, peines con dientes de acero, agüita y un toque de gel, hicieron el milagro de dejarlo como nuevo, irreconocible, oiga.
Mechas paradas, pa'l lado, pa'l otro, encarmenado, "¡mejor un lengüetazo de vaca!", dice el Rafa entusiasmado, tocándose la mata que de tenerla chocopanda pasó de una a "pelarla" este mes.
"Estaba con el pelo largo, pero como corría mucho viento en Chiapas (México) me corté más. Soy práctico. Estamos en los ensayos, se movía mucho la chasca, pum, se va y pelé bastante", cuenta.
Raya con hacerse un engominado p' atras, a lo galán de tango, pero el remolino no le da. "¿Y si me hago la partidura al ladox?x", pregunta antes de proceder a hacerse el caminito. ¿Resultadox?x El ex Tío Conductor se ve más lolo y como cruza entre Jorge González, Mario Horton en Los 80 y un cabro nerd.
- Y, ¿te quedas con la partidura y la gominax?x
- Jajajá, no sé, esto es un juego, mi look siempre será uno con que me sienta cómodo y no siendo otra persona. La gente no cambia con la peineta. Para Viña me lo tomaré como venga y como esté mi ánimo. Quiero proyectar lo que soy nomás.
- O sea, que ni ahí con la moda.
- Para nada, nunca la he seguido y en ese sentido he sido muy criticado, la gente que se dedica al tema encuentra que yo debería hacer cambios, me debería peinar de cierta manera, vestirme de otra. Encuentro que su trabajo es genial y tienen toda la razón, pero a veces yo me preocupo de otras cosas.
