Uno de los anuncios del venidero Festival de Viña que más morbo causó fue el regreso de Ricardo Montaner. Es que el venezolano hace una década que no venía e intentos por traerlo a cantar se habían hecho en tres ocasiones, sin buenos resultados. Siempre había una causa, un compromiso, pero aunque el cantautor lo ha negado, algo de molestia existía hacia la fiestoca de la Ciudad Jardín.
Y la razón fue su paso como animador por la Quinta Vergara el 2005. Fue de público conocimiento que el boricua se sintió usado y que cuando le hicieron la oferta, en octubre del 2004 tras la renuncia de Antonio Vodanovic al 13, no hizo todas las preguntas necesarias ni le contaron todo el cuento como que le habían hecho la misma oferta a Luis Jara y Sergio Lagos, ninguno aceptó, y que apostaron que la solidez de su carrera podría aguantar cualquier chaparrón.
Cada vez que habla del tema deja entrever su molestia, pero deja claro que no es hacia el público, sino hacia su ingenuidad, confianza y como se sintió usado para apagar un incendio. Myriam Hernández, su compañera de micrófono hace una década, se repitió el plato con Sergio Lagos al año siguiente y de ahí no ha vuelto a la Quinta Vergara.