El lunes se va a ver una de las escenas más anunciadas y esperadas de “El Sultán”: el cambio de Hurrem.
Lo último que se cachó en pantalla de la sultana interpretada por Meryem Uzerli, fue una brígida conversa con Shahrazad, su cuñada. Ella le alegaba que por el exilio de su marido quedaba en desmejorada posición en la corte, a lo que la soberana le contesta que no es bueno que esté “preocupada del poder” y no de lo que pasó con su esposo.
Y ahí vino la frase de Shahrazad que para muchos marcó el destino de Hurrem: “No necesito de poder para deshacerme de ti”.
FICCIÓN VS. REALIDAD
Para el guión, la despiadada debilidad inicia un viaje inesperado al enterarse que su hijo Selim, que está de gobernador en Konya, se encuentra gravemente enfermo.
En este trayecto es donde desaparece. Su hija Mariam junto a Sümbül Aa son quienes descubren que no arribó a destino y cuando le llegan con el chisme al Sultán, este inicia una caza de brujas para saber dónde xaxu está su soberana.
Lo anterior en la tele. En la realidad, a mediados del 2013, cuando se grababa la teleserie que tiene ahora encendida la pantalla del 13, a Meryem Uzerli se le diagnosticó un “síndrome de agotamiento”. Esta dolencia, que según los cahuines fue por el término de la relación con el papá de su hijo, la tenía muy mal física y anímicamente. Así, se le recetó descanso total.
Según reportó la prensa turca en esos días, quien daba vida a la malévola belleza se comprometió a terminar la temporada, pero no se la pudo. Literalmente en una filmación de los últimos capítulos se derrumbó y rajó a Berlín sin avisarle a nadie. Quedó la grande.
Para partir la nueva temporada, la que se inicia el lunes en el 13, se contactó a Vahide Perçin, de 50 años, para que fuera Hurrem. Perçin es una destacada actriz que se ha caracterizado por papeles de malandra en Turquía y por su lucha contra un cáncer.
EL REGRESO
Lo único que les vamos a contar de lo que se viene, es que desde su desaparición al regreso de Hurrem han pasado tres años. Vuelve mayor y destruida por el cautiverio y la tortura a la que fue sometida, además de muchas ganas de venganza.
El guión no se cambió por la enfermedad de la actriz principal, este adelanto temporal estaba previsto, pero se maquillaría a Meryem Uzerli para darle unos años más, pero ante esta crisis se optó una actriz consagrada y mayor.
