La bella clásica de Hollywood hizo que con puro ponérsela en 2 escenas, la peli Cleopatra (1963) ganara un Oscar por mejor vestuario.
La lola que vendió la corona de Elizabeth Taylor quedó listéilor con las 37 mil libras esterlinas que se embuchó y de paso no quizo dar la cara.
La joya era de la mami de la chiquilla, y ahora que la señora paró las chalas, no encontró nada mejor que hacerse de unas moneditas pocas: 28 guatones chilenos.
La alhaja fue comprada en 1970 por la tienda de la señora y nunca más vio la luz hasta ahora.
Elizabeth Taylor, quien murió el año pasado, usó la corona de fénix en escenas de la peli: cuando Claopatra entra a Roma y cuando se suicida.