María José López desde chiquiturri se hizo amiga de la cirugía plástica, adivinando tal vez que aquella inversión le remontaría grandotes dividendos.
A los 15 años entregó sus pechuguinas al bisturí y con ellas se vino de Curicó a la capital con el objetivo de triunfar en la tele.
Emplazó a Marlen Olivari para que "colgara el colaless" y entró por un tubo a la farándula. Escándalos más, escándalos menos, luego su vida despiluchada terminó cuando se casó con el "Mago" Jiménez. Se fue a Italia y, otra vez augurando su paso por la tele tana, echó mano a una nueva intervención que la dejó irreconocible.
"Sí, me operé la nariz y me puse frenillos por atrás, nada más. También me pongo extensiones en el pelo, pero quién no las tiene...", reconoce, aunque el pelambre es que se hizo más cuestiones de las que asume.
Quedó rara la Coté. Y hasta ella misma asume el cambio: "Yo misma me doy cuenta que en las fotos no me parezco. Es muy distinto, pero en persona soy la misma, te lo juro".
De todas las enchuladas, tú eres la que más diferente de carita has quedado...
Pero también uno cambia, si ponen una foto de los 15 años comparada con los 20, de más que me veo distinta. Si tú me ves bien en persona y no en una foto, me veo igual que antes. De hecho, hay personas que dicen 'pero si no te has hecho nada, por qué hablaban tanto'.
¿Estás conforme con tu nueva fisonomía?
Completamente conforme. Ya estoy bien, pero no descarto que cuando tenga cuarenta años pueda hacerme una lipo a lo mejor, pero en este minuto no lo necesito porque como, como y no engordo.
Desde tu experiencia, ¿es recomendable que las cabras de 15 se operen?
A los 15 años me operé las pechugas, pero aunque yo lo hice a esa edad, la cirugía debería ser para mayores de 18. A los 15 uno no piensa en las consecuencias, en nada en realidad. Pero a los 18 una tiene un poco más de madurez.
Carolina Ruiz M.
