Rodrigo González (47) es un chileno igual que usted y yo, o sea, está tapado en deudas. Con la diferencia que el sociate durante febrero se parará en la Quinta Vergara para desarrollar la pega más noble: Hacer reír.
Con tres ex,cuatro hijos y bien encalillado, el hombre por estos días se ocupa de pulir su rutina festivalera pero también de los achaques de cualquier simple mortal. “Debo más de 20 millones de pesos, lo importante es que a ningún amigo”, cuenta entre risas.
-¿Cumples el sueño del pibe con Viña 2016?
-Desde que empecé a hacer standup que soñaba con que estaría en el Festival de Viña porque soy ambicioso, porque tengo hambre, porque si me va bien me puede cambiar la vida.Nunca he tenido mucha plata en la vida, de hecho hoy no tengo ni casa.
Haciendo memoria, González recuerda haber alucinado con la primera presentación de Dinamita Show en Viña 96. También con las pasadas de Coco Legrand, la primera vez de los Pujillay y en los últimos años con Bombo Fica. Por eso ha laburado para que su material no pase colado ante el Monstruo. “Quiero hablar de mi vida, del Chile que cambió, la crisis. Y tengo una lucha interna por poder decirle a todos los empresarios que son una manga de ineptos”.
- Lo veo bien chileno y enchuchado...
- Claro, soy el hueón más normal que se subirá a la Quinta. No ando contando chistes por la vida, ni pontificando. Me gusta el fútbol, el copete, las minas, soy un clásico chileno.
-Ese chileno que....
- Que si no puede pagar una deuda no la paga, el rey de las bicicletas y las repactaciones De hecho ahora estoy repactando con el banco que no embarguen la casa de mi ex,jejejejé.
Lo que poca gente cacha es que antes de que la actuación y la comedia golpeara su puerta, el hombrón se las arregló garzoneando, también de cartero, acomodador de teatro, jornalero de la contru, mono de la Mansión Siniestra de Fantasilandia, y, la mejor de todas, portero de motel. “Era un motel de mala muerte frente a la sede del Colo en Cienfuegos. Era entero de ordinario”, recuerda.
- ¿Por qué?
- Porque era chulo, no se cambiaban ni las sábanas.
- Chaaaa...
- Era loco, ibas a dejar a los pasajeros a las piezaspor el pasillo y se escuchaban las cachas. Entonces uno igual se calentaba.
-Claro, el cuerpo tiene necesidades.¿Nunca saltó la liebre?
- Había una mucama que pesaba como 500 kilos, pero ya al quinto día como que uno se pasaba el rollo de puro caliente, pero nunca pasó nada.
- Por lo que cuenta debería haber sido un motel gratuito...
-Debe haber costado como 300 pesos y yo no discriminaba, dejaba pasar a todo el mundo. Cabros chicos, tríos, gays, debo haber sido el primer hueón inclusivo del centro.
