Estas caseritas venden toda la mercadería por SMS

La moda partió piolita el año pasado. Una agencia cachó que en Chile la barra pop es tan fanática del jet set nacional, que demás se rajaría con unas chauchas pa’ saber cositas íntimas de sus amores platónicos de la tele.

Wilma González fue una de las pioneras en matricularse con una empresa de telefonía, para proveerla de fotos y tiernos saludos cada vez que los usuarios mandaran un mensajito de texto a un remitente de cuatro dígitos. A la conejita le fue tan bien, que rapidito sus colegas de curvas le echaron el ojo y quisieron meterse al servicio, que cuesta 250 pesos. De eso, ellas se llevan una tajada. Le siguieron Pilar Ruiz, Luli, Angie Jibaja, y hace un par de meses la lista enguató aun más con chiquillas pa' todos los gustos.

Laura Prieto, Mariana Marino, Blanquita Nieves, Michelle Carvalho, Kathy Bodis y hasta la Tanza Varela, que ahora vive en México, están cortándola a dos manos con sólo mandar una fotografía cotidiana, ya sea lavándose los dientes o en el shopping, y grabaciones con su voz deseándole feliz día a los mutantes.

"Le digo a mi entrenador que me saque una foto en el gimnasio y la mando, a veces también grabo audios cortitos con saludos", cuenta Mariana Marino sobre el rubro que -asegura- le está dando bastantes luquitas. Los que conocen el negocio cuentan que las chicas SMS pueden llegar a ganar hasta tres guatones, dependiendo cuántos mensajes generen los clientes.

“Uno se lleva un porcentaje”, aclara la trasandina; lo mismo asume Laura Prieto, quien se asegura de enviar diariamente material “a la empresa de teléfonos para que ellos lo distribuyan”.

- Laurita, ¿y esta cuestión incluye mensajes y/o poses a pedido?

- No, para nada. Son cosas generales las que una manda, muy en buena onda, dentro del margen de lo decente. Jamás haría algo que no fuera así. Me ha gustado mucho esto y se gana bastante bien. Entré hace poco y sé que hay varias en esto.

COMPARTIR NOTA