Un sueldo aparte, bastante más jugosito que el recibido por los canales donde laburan, es el que mes a mes engordan las arcas de varias caritas que han hecho de la pantalla a color su fuente de billete.
Todo, gracias a servicios en eventos privados y campañas comerciales. Los primeros suman al bolsillo de las estrellas criollas desde 1 a 5 palitroques, dependiendo de quién se trate, cuánto rato debe poner su presencia y qué actividad realizará.
Por ejemplo, si quiere tener en su cumple a Mey Santamaría de animadora personal, debe sacar de la chauchera 1 millón y medio como mínimo. Si habla con papa en el hoci y desea a la Sole Onetto en su brillo, afírmese, porque la fanática de los trapos le saldrá por unas 3 a 5 guatas, y con rebaja, ah.
Campañas de multitiendas, de yogures, champú y teñidos de chasca son otra grossa entrada para figuras como Felipe Camiroaga, Rafael Araneda, Tonka Tomicic, Macarena Pizarro, Diana y Cecilia Bolocco. Ellos y otros conocidos rostros de TV hace años fueron reclutados por la publicidad, imperio que es capaz de desembolsarles hasta 500 millones anuales por grabar un par de comerciales.