El actor Felipe Braun protagonizó esta semana el escándalo que más sacó ronchas en los programas de farándula.
El galán de TVN se aburrió de que un equipo periodístico de Primer Plano lo siguiera (para hablar del cahuín que lo deja como el jamón de sánguche entre Mane Swett y Begoña Basauri) y no encontró nada mejor que agarrar el micrófono del programa y lanzarlo al patio de una casa.
Obvio que el acto se ganó el repudio de los faranduleros, aunque Braun defendió su actuar a través de su cuenta de Twitter. Sin embargo, ya con la cabecita fría, el hombrón hizo un mea culpa y dijo estar arrepentido por lo sucedido.
"Me arrepiento un poco. Creo que uno debe tratar de mantener la paciencia y a veces no se puede. Traté de ser irónico y simpático, de conversar, pero me siguieron como seis cuadras y en un minuto agarré el micrófono y lo tiré al patio de una casa", comentó Pipe en entrevista con el programa Buenos Días a Todos.
Así fueron los cinco minutos de furia de Felipe Braun
"Me arrepiento, es una lata. Yo no soy una persona agresiva y tampoco me enojé. No tenía cómo cortar una conversación. Uno no quiere dar entrevista sobre algunas cosas y no es obligación hablar de ciertas cosas", sostuvo el actor.
En relación al cahuín que lo acusa de ponerle el gorro a María Elena Swett, y que revivió Begoña Basauri en entrevista con Más Vale Tarde, Braun aseguró que el episodio ya está superado.
"Me da lo mismo, mi tema no pasa por la prensa. La vida pasa por otro lado, por la familia, el trabajo. Que cada uno hable lo que quiera, es problema de cada uno", sentenció Felipe Braun.
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