En San Javier, el paraíso donde Diosito aparte del agua creó la uva para combatir la sed, las mujeres aprenden de chiquititas que para ser bellas, aparte de ver estrellas, hay que pisar. Y harto.
Por eso, la carrera por convertirse en la nueva soberana del XV Festival de San Javier, obviamente, tenía que partir estrujando el fruto de la parra. Jadeando, pasándose la lengua por los labios, apretando los cachetes. Todo valió en una vendimia ardiente afuera de la muni local y donde cada candidata recurrió a sus armas más poderosas.
Por ejemplo, Daniela Chávez se bajó de sus zapatos agujas de 20 centímetros y apretó y apretó y apretó hasta que más de algún macho macabeo se fue de tirón de orejas. La chiquitita vino por su revancha, después de que la dejaron tirada en la lucha por el trono de Viña, e intentó ganarse las cabezas que piensan y se endurecen de los votantes con un verso infalible. "Acá vota la gente, no los periodistas, así que espero ganar", dijo la pequeña maravilla que duerme agarrada al oso pelúo.
Romima Salazar, gladiadora antigua en las batallas de belleza, prefirió las tres cucharadas y a la papa. Más regia que nunca, la única cordobesa que no habla como el boludo de Joche, más que de la vid se preocupó del voto, lo que siempre deja, ¿no? Así que agarró su precioso voto hasta asegurarse que los parroquianos lo enchufaran, con los ojos cerrados en la urna y con su nombre bien clarito, obviamente.
La tierna Kathy Contreras, en cambio, se fue a la segura con el viejo truco de las chapitas. Un beso por aquí, otra foto con agarrón por allá, y la ex diosa de "Calle 7" se fue ganando a su fieles. Es que con las uvas, definitivamente, no pasó nada. Es que tal vez de día no sabe dar jugo.
Pero sin lugar a dudas la que mejor lo hizo fue la poderosa Patricia Aguirre. Aunque la paraguaya de "Manos al Fuego", según ella, era primera vez que pisaba... uva, al menos, demostró que tiene un don natural. Y aunque se sacó la cresta, la diosa que hacía caer a los jotes sorprendió dando jugo más rápida que ninguna. Bien por la reina de la bombilla caliente... del mate, no sea cochino, que se tomó en serio la competencia y antes se ganó el amor de la gente regalando globos. Y vaya que globos que tiene esta niñita.