Hace rato que las malas lenguas pelan que Luciana Salazar ya no es la misma de antes. Supuestamente, la falta de cazuelas y el paso de los años le habría quitado el brillo que, por ejemplo, le permitió triunfar como reina en Viña del Mar.
Y hay que decirlo: es puro cuento. La polémica modelo che participó del programa ''Bailando por un sueño'' donde, además de ganarse al jurado con su talento en la pista, se las mandó al presentarse con su cuerpecito pintado.
Lo mejor vino en camarines, en todo caso: motivada tras la buena evaluación de los expertos, subió una selfie a su cuenta de Instagram. "Así quedo mi bodypainting después de la coreo", escribió.