A estas alturas, ya no son pocos los que juran de abdomen al suelo que Lady Gaga tiene los tornillos a medio apretar. Y cómo no, si la locateli cada cierto tiempo se anota con sus gracias que dejan plop a la gallada y que dan que hablar "arron de guorl".
Es que más allá de los rallados con las pomadas turcas piensen que la culpa la tiene "Fatmagul", la única responsable es la propia cantante gringa. Y así lo dejó clarito la socia durante su estadía en París, donde vivió una desenfrenada noche durante un brillo privado que ofreció tras uno de sus conciertos.
En esta ocasión, la morenaza se paseó casi como Dios la trajo al mundo: pa' arriba sacó pecho con un sostén coquetón, y para abajo se lució con unas pantaletas y medias de rejilla que harían caer a cualquiera.
Peeeero eso no fue todo, pues la chiquilla no encontró nada mejor que permitir que una fans le besara la colita durante la fiestoca en el club VIP de la capital franchute, la cual le revolucionó las hormonas a todos los presentes.
Además, en la previa se había vestido con un traje sin forma hecho de telas tornasol que caían de su cuerpo hecho a mano, que con el aire se convirtió en una romántica estrella. ¡aawww!
