Siempre es un buen día para tomarse vacaciones, principalmente para una chiquilla guapa, millonaria, sin pega y con el futuro asegurado como Paris Hilton.
La chiquilla, heredera del imperio hotelero de su abuelo, decidió agarrar su bolsito y virar a las exclusivas playas de Malibú, ese sector palogrueso donde "Charlie Harper" tenía su mansión.
El cuento es que un fotógrafo logró inmortalizar a la loquilla en bikini, instantáneas que dieron vuelto al globo por la delgadez onda Luli de la blonda. Tiene menos carne que empanada de estadio, dicen.