La final de la mini temporada de "Fiebre de Baile" se tiñó de samba y caipiriña anoche, ya que la pechocha Francini Amaral se tituló como la más seca del lote.
La chiquilla, quien llegó a la etapa decisiva con su compatriota Vivi Rodrigues y Vale Roth, ganó con un arrollador 46 por ciento de la votación de la barra, dejando a la polola de Juan Pablo Úbeda nuevamente con cuello en la finalísima.
La votación, esta vez fue ultra confirmada por el notario para no anotarse otro numerito, y Francini se terminó ganando dos pasajes a Cuba, justo en el día de su apio verde.
"Es un tremendo regalo de cumpleaños, estuve todo el día ensayando y estoy muy feliz", señaló Francini.
La chiquilla no solamente ganó el programa, ya que le terminó dando un triunfo al destino, porque confesó que hace dos años sufrió una lesión al ligamento colateral y medial, que la obligó a ponerse cuatro pernos en la rodilla y que casi la condena a dejar el baile para siempre.
"Estoy muy emocionada por la cantidad de gente que votó por mí y porque fue una oportunidad para mostrarme bailando. Yo realmente esperaba que ganara Vivi", indicó feliz una vez terminado el programa.
Por su litro, Rodrigues señaló al borde de las lágrimas que los condoros que se mandó en sus bailoteos le terminaron pasando la cuenta: "Esta no fue mi noche".
Vale Roth, la otra finalista, pasó las penas con Juan Pablo Úbeda, quien la consoló a puros besitos y que incluso mandó 50 mensajes de texto en favor de su Dulcinea.
Entre las 22.19 y las 00.38, CHV marcó 23,7 puntos con un peak de 31, seguido por Mega con 14, TVN 12,4 y Canal 13 con 7,9.
JULIÁN ACUNA SU NUEVO BABY
Sin pegarse un solo pestañeo ha estado estos días Julián Elfenbein. El animador, pasó todo el fin de semana en Antofa metido a fondo en el casting del programa "Talento Chileno" del cual será animador. "Participar en el casting ha sido espectacular, estamos en rodaje de un programa muy distinto a todo lo que hemos hecho", dijo a La Cuarta el animador.
Julián agregó que "mi rol es distinto, es más periodístico. Puedo conocer las historias humanas antes que suban al escenario". Incluso reconoció que se ha pegado unos lagrimones. "Eso fue cuando vi al niño de Calama que cantaba ópera. Es cierto, me emocioné mucho al escucharlo cantar, fue una emoción muy potente", remachó.