Freddy Amigo terminó tercero en el programa sueco Talang 2010, la versión escandinava de nuestras pomadas Mi Nombre Es, Talento Chileno o Factor X.
El tenor nacional, que la rompió con su vozarrón y que se ganó el título del nuevo Susan Boyle, dejó las frías tierras suecas para visitar Chile, donde promete varias sorpresas para la barra pop.
- ¿Extrañabas el terruño?
- Yo vine a cantarle a Chile, a mi tierra, a mi patria, a cualquier persona que necesite de mi talento se lo doy. El viernes a las dos de la tarde estaremos en el Mercado Central, vamos a ir a cantarle al pueblo, a toda la gente, y después a 10 de la noche vamos a estar en el Casino Enjoy de Santiago, en Los Andes.
- ¿Qué opinas que te comparen con Susan Boyle?
- Yo soy Freddy Amigo, si ya me pusieron Susan Boyle chileno, da lo mismo, yo no me ataco por eso. Es algo súper bueno, porque ella es muy conocida en el mundo, aunque igual me parece algo raro porque es mujer, cachái, como que suena raro. Pero si eso me da propaganda no hay problema.
- ¿Te han invitado a algún cocido de talentos de acá?
- No me han invitado de ningún programa, pero me siento orgulloso de haber sido el pionero de todo esto, porque el primero de todos los chilenos en salir de algún programa de talentos fui yo. Me siento muy elogiado y agradecido por eso. Me alegra que existan estos shows, que el país se llene de talentos.
- Tito Beltrán la rompía en Suecia. ¿Lo conocías?
- Con Tito Beltrán hemos conversado en dos ocasiones, pero no quiero decir nada al respecto. Él tiene su onda y yo la mía. Tenemos distintas formas de cantar, no hay nada entre los dos, no tenemos absolutamente nada. Él tiene su vida y yo la mía. Somos personas muy diferentes, a pesar de que vivimos en el mismo país y hacemos lo mismo, pero yo soy más popular, él es más selecto. Yo quiero cantarle a mi patria compadre, yo soy del pueblo.
Freddy Amigo vive desde hace 30 años con su familia en Västerås, al noroeste de Estocolmo, la capital de Suecia, y desde hace 15 trabaja como asistente de enfermería en el hospital central de la ciudad.
"En donde yo vivo el hospital me está apoyando, aparte, el alcalde es amigo mío, entonces tengo todas las pasadas para tener permiso en la pega. Aunque ya no necesito trabajar en el hospital, al final igual voy a darme una vuelta, me pongo el uniforme y ayudo a mi gente enferma, les canto. Soy enfermero y mi vocación no me permite dejar el hospital, es algo muy lindo", comenta.
A la hora de elegir la pega, el socio asegura que "me han salido un montón de actuaciones y contratos. Ahora sólo estoy tomando lo mejorcito, queremos tener lo más selecto, para poder construir al artista a otro nivel".
