La malacue persiguió al actor George Clooney hasta Laglio, un pueblito italiano donde fue a estirarse piolita y a liberar todo el estrés de Hollywood.
En eso estaba el galancete sub 60 cuando la poli tana llegó con cuática y lo mandó a desalojar con tutti y rapidito. Clooney agarró su mantita y huevos duros y apreto cachete para salir cascando de su palacete.
Todo el vecindario de Laglio tuvo que hacer lo mismo, porque en el cercano Lago Como encontraron unas bombas de la Segunda Guerra Mundial, que menos mal fueron desactivadas rápidamente.
Lo más probable es que los torpedos hallan sido lanzados por un avión de combate en esos tiempos y tuvieron que aparecer justo cuando Clooney dormía la siesta.
Para más remate, la semana pasada, la poli encontró en el mismo lago el cadáver de una fémina, ¡suertecita!