Recordado como el gringo de “Yingo” y por haber sido el suertudo toyboy de Mey Santamaría, Christian Hunter hoy se gana los porotos lejos de la tevé y también de Chilito, porque el hombre sacó sus estudios y labura como ingeniero civil en su natal, Yuesei. Claro, sin perder el contacto con nuestro país, porque ni tonto ni perezoso, el rucio se aseguró con su propia chilena pa’ Gringolandia... ¡y no a cualquiera, poh!
Es que el cabro, que en nuestro terruño siempre fue regalón de las chiquillas, actualmente está emparejado con la rica y curvilínea Bárbara Moscoso, la bailarina criolla de los movimientos pa’ premio, que la rompe en los Estados Juntos como coreógrafa de famosos.
“Con Bárbara llevamos dos años y medio, y hace dos años que estamos en Estados Unidos. Vivimos en Miami un tiempo y ahora llevamos un par de meses en Los Ángeles, California. Ella tiene Visa de ‘Talento Extraordinario’ por trabajar con uno de los mayores coreógrafos del mundo latino, Dany Lugo. Ha bailado con Daddy Yankee, Marc Anthony y un montón de gente”.
- ¿Y tú en qué está trabajando en Gringolandia?
- Yo estoy trabajando en temas de agua con empresas de ingeniería ambiental privada, viendo el tema de la escasez de agua que hay en California. Me gusta el ambiente allá.
- ¿No extrañas la tele?
- Mira, cuando estaba haciendo mi doctorado varias veces tuve ofertas para entrar a realities y los últimos programas juveniles. Era atractivo porque era plata fácil, algo entretenido y me gustaba el reconocimiento de la gente. Pero también dije, tengo un talento, un don que tengo que usar en la ciencia y habilidades que siento que si no las uso, no estaré viviendo mi esencia completa.
- ¿Cachaste que el estrellato no era lo tuyo?
- Aunque la televisión es divertida, no era mi sueño. Cuando crecí nunca dije “quiero ser famoso”. Encontré un papel que hice en primero básico que dice “cuando sea grande quiero ser ingeniero civil” y ahora soy ingeniero civil. Y dije ¡wow!, bacán haber cumplido ese sueño que tenía.
- ¿Y no se extraña nada de ser una celebridad?
- No, por ahí extraño la plata, jajajá. Pero estoy contento trabajando en lo que estoy. Es divertido porque igual tengo un poco del mundo del espectáculo acompañando a mi polola a sus eventos y conciertos. Extraño lo liviano de la tele y ese momento en mi vida en que no tenía preocupaciones ni responsabilidades.
- Igual debe ser agradable volver al anonimato...
- Más tranquilo, pero las calugas ya no son lo que eran antes. No tengo que preocuparme del gimnasio y si me quiero tomar algo o comerme un trozo extra de torta, da lo mismo. Eso es rico también, poder desarrollar otros ámbitos en mi vida y no sólo lo físico.