"Cuando inventé Harry Potter siempre pensé que un día estaría en Trafalgar Square con todos gritando mi nombre", dijo J.K. Rowling, creadora del joven mago, mientras caminaba emocionada hasta las lágrimas por la alfombra roja del estreno mundial del tantán de la saga.
Unos ocho mil fanáticos provenientes de todo el planeta se reunieron en Londres para darle el vamos en la pantalla grande a la segunda parte y final de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.
Una alfombra roja empapada por la tradicional lluvia de la capital inglesa aguardaba a los actores. Los más aplaudidos fueron Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, quienes se mostraron muy emocionados por el evento.
"Hermione era como una hermana para mí. Cuando me pregunto qué extrañaré más, respondo no estar con ella", declaró Watson.
"Todos y cada uno de los que vieron estas películas en los últimos 10 años, no sólo los que están en esta plaza sino en todo el mundo, las llevarán consigo por el resto de su vida", dijo Daniel Radcliffe de 21 años y quien hace el papel del niño brujo desde que tenía 11.
La octava y última película de la franquicia realizada en Gran Bretaña tuvo un estreno de lujo, con pantallas gigantes y pancartas en la plaza Trafalgar, y una vía vecina transformada en la calle de artículos mágicos Diagon Alley.
Este filme, que será estrenado el próximo jueves en Chile y cuyas entradas ya están a la venta, muestra el enfrentamiento final de Harry con las fuerzas del maligno Lord Voldemort, una batalla épica que, por primera vez en la serie, está filmada en 3D.
Los siete filmes anteriores recaudaron 6.400 millones de dólares en la taquilla mundial y miles de millones más en DVD y otros productos.
