Hay amigos del alma, esos que crecieron con uno y que conocen todos nuestros secretos. Amigos que han estado siempre, en los malos y buenos momentos. Amigos que podrían ser traicionados si la vida de un familiar pende de un hilo.
En "Hermanos", Tobey Maguire interpreta a un marine que ha sido asignado a Afganistán, por lo que constantemente debe dejar a su esposa - Natalie Portman - y sus dos pequeñas hijas. En su última visita a casa, le toca reencontrarse con su hermano, -Jake Gyllenhaal -, la oveja negra de la familia, quien está saliendo de la cárcel tras cumplir condena por atacar a una mujer.
Mientras "Sam" (Maguire) está peleando en la frontera afgana, "Tommy" (Gyllenhaal) se acerca a "Grace" (Portman) y las niñas, creando un vínculo verdaderamente familiar, sobre todo cuando desde el medio oriente llegan noticias poco alentadoras; el capitán habría muerto en combate.
La verdad es que "Sam" no falleció, sino que junto a su mejor amigo se han convertido en prisioneros de los árabes. En el desierto, abandonado a su suerte, bajo la presión que maten a su familia, el marine deberá decidir entre salvar a su compañero o a sus hijas. Esta determinación marcará su vida.
En ese punto la película se vuelve aún más emotiva, dramática, fuerte y realista. El espectador no sabe por quién tomar partido y todas las opciones de final que se presentan dejan felices y al mismo tiempo agobiados. Es como la vida: para obtener algo siempre hay que perder otra cosa.
El estreno de "Hermanos" se suspendió hasta nuevo aviso, pero para conocer un poco más de la historia pueden ver el trailer.
