Hace varios años que estaba calladito y ni se le escuchaba pegarse sus tallas y gritos onda : "¡El Ukeleleee!", pero eso cambiará porque ahora Hermógenes Conache está en las últimas negociaciones para volver al Festival de Viña. Aquí, en su particular humor, nos contó cómo sería volver al certamen.
Quitado de bulla en su Concepción natal, el chistólogo nos contó: "Supe que mi representante algo fue a hablar a CHV, pero como marido cornudo, sería el último en enterarme".
- ¿Cuándo fue tu representante al canal?
- Hace una semana. Fuimos porque asesoro a un humorista que participa en el programa del Rafa Araneda. Ese día estábamos en el canal, no hablé nada de Viña, pero mi mánager se me desapareció por media hora. No sé qué habrá hecho, pero parece que negoció en el baño, porque me dijo: "Si vas a Viña, quedará la cagá", jajajá.
- ¿Te ves nuevamente en Viña?
- Sería espectacular, soy especial para Viña porque mi humor es masivo. El río suena y se parece al Salto del Laja. Aparte que mi señora estaría más contenta porque llegaría a la quinta.
- ¿Qué recuerdas de tus anteriores presentaciones?
- Fui el 84 y el 91. La primera vez me pagaron en tres pagos: Tarde, mal y nunca y la segunda vez doné mi sueldo a una fundación en Viña. Ahora me gustaría donar la plata a la fundación Mi señora y a la fundación Mis hijos.
- Pensando que han pasado dos décadas de tu última vez, ¿te recibirán bien las nuevas generaciones en Viña?
- Tengo rutinas probadas para seis días, con "¡El Ukelele!" incluido. El humor que hago no tiene tiempo, incluso veo esos programas que salen ahora y muchos de los chistes son míos. Para mí eso no es problema, me pone feliz. Hasta mis hijos me dicen que soy mejor que los jóvenes.
- Lo probaste, al Monstruo le encanta pifiar y trasquilar a los humoristas, ¿estás preparado para eso?
- Antes si te pifiaban, te iba muy mal. Ahora si te pifian te va bien porque te invitan a programas y tienes cobertura. No me retiraría si me pifiaran, porque un futbolista no se retira porque pierde un partido.
- Nos vemos en Viña entonces.
- Todavía no pasa nada. Pero ¿te digo algo?, soy mitómano, jajajá.