"Huaiquimán y Tolosa", la serie policial de la barra

Es innegable que la factura de "Huaiquimán y Tolosa" es filete. Casi de cine. Porque la realización que emite Canal 13 cada miércoles está cuidadita tanto en el plano audiovisual como actoral.

Con la dirección de Boris Quercia y su habitual preocupación por los detalles y la fotografía, la pomada sería redondita de no ser por los guateos de guión que se pega de vez en cuando, los cuales, pese a la calidad del trabajo, muchas veces han dado pie para mandarse uno que otro zapping.

Pese a lo anterior, la serie es de las producciones mejor terminadas de nuestro país, merced de un presupuesto cototo y un elenco que ya se lo querría cualquier telecebolla nacional.

GOLPE

Suerte para TV.UC, que le pegó el palo al gato luego de probar con varios trabajos que a fin de cuenta habían aspirado a más de lo que efectivamente podían lograr.

Destacan las actuaciones de Daniel Muñoz, el hombre de los mil personajes que una vez más ha demostrado su sapiencia con respecto a la cultura popular; y de Benjamín Vicuña, quien se desmarcó de Gonzalo Valenzuela  dejando en claro que lo suyo es muchísimo más que la pinta... el cabro tiene talento y lo demuestra aquí y en la quebrada del ají.

Mientras que un comentario aparte merecen las locaciones electas para cada capítulo, tales como el inigualable Patronato. Siempre será loable cuando los directores nacionales utilicen los pulentos escenarios al aire libre  que tenemos en nuestro país. Después de todo, "Huaiquimán..." es mucho más que una comedia policial, tal vez una muestra sin prejuicios de los capítulos más guachacas de nuestra cultura.

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