Lo que pintaba para unas vacaciones soñadas en Disney World (Orlando), con Karen Paola, Juan Pedro y el Guille, su cabro chico, agarraditos del ratón Mickey y el Pato Donald, terminó con todo el lote aterrado y guarecido en un hotel, esperando el paso del huracán Matthew.
Para malacue de la panelista del "Mucho Gusto", el vendaval justo le echó el ojo al estado de Florida, Gringolandia, donde se ubica el famoso parque de diversiones. De un guaracazo los planes de los Bejarano Verdier se fueron a la cresta, teniendo que conformarse con seguir el tour sólo mirando por la ventana de su hospedaje, a dos minutos de la residencia de los dibujos animados.
"Acá recomiendan no salir de sus hogares. Tener agua y comida suficiente para tres días. Cerrar puertas y ventanas. Pilas y linternas para los apagones", detalló Karen al diario pop. "Salimos hace una hora a comprar unas cosas a la esquina, que se nos habían olvidado, a dos cuadras del hotel, y volvimos empapados. Comenzó el viento fuerte. Así que no saldremos hasta que pase... Disney cerró. Es la cuarta vez en la historia que cierra. Ya se habla que es nivel 4 (el huracán)".
PURO SUSTO
- Es para estar tiesos de miedo... ¿cómo están ustedes, el Guille?
- El Guille está asustado. Son cosas que en Chile no existen, por ende todo lo desconocido de estos fenómenos de la naturaleza son un tanto aterradores.
- ¿Los gringos qué dicen de la situación?
- Los estadounidenses son súper estrictos y en las noticias dicen a cada rato que se mantengan en lugares cerrados y que si pueden irse a un lugar lejano del paso del huracán, lo hagan lo antes posible. Nosotros buscamos lugares y no hay espacio en ninguna ciudad cercana. Todos los hoteles llenos. Empezamos a buscar lugar ayer, y nada. Se supone que por acá pasara la tormenta que lo rodea, pero en la noticias dicen que se ha ido corriendo.
- Tres días encerrados no será jauja, ¿cómo lo harán?
- Compramos cartas.
- ¿Te había pasado algo así en un viaje?
- Primera vez. Jamás habíamos tenido problemas. Miramos el tiempo para estos días y no aparecía nada. Obviamente estas cosas pasan y ya, no son predecibles. Hasta que ya están muy cerca.