"Huracán Violetta" arrasó en su paso por la Feria del Libro

Lloraron en la previa, durante y después. 500 princesitas fueron de lo más apasionadas y junto a sus papis convirtieron la Feria del Libro de la Estación Mapocho en un campo de batalla en la presentación que hizo la ídola teen Martina Stoessel (Violetta) de su autobiografía.

Fueron poco más de 30 minutos, pero para mí fue el acabose. Si hasta un par de péndex se dieron a la fuga de sus mamis pa' tratar de estar más cerca de la ídola del canal Disney. Es que los peques son la fanaticada con más aguante, pero también la más brava, sino pregúntenle al "Tío Marcelo" de Cachureos y al Mono Flop.

Lloraron y chillaron de principio a fin y yo al ver tanta efervescencia juvenil, sólo podía pensar en una cosa: hacerme la vasectomía

A  unos cinco minutitos de haber empezado el íntimo "hablamiento" sobre el libraco, la entrevistadora se manda las partes adelantándoles a las chiquititas que estuvieran tranquilas, ya que su ídola cantaría al final del encuentro. Pésima idea. ¡¡Que cante, que cante!!, chillaron las enanas que hacían temblar las vallas papales cercanas al escenario. Cáchese que el ruido era tan ensordecedor que le interrumpía hasta los pensamientos a la trasandina que en más de una ocasión tuvo que decir "boli" en sus respuestas para reírse y esperar que bajara el rugido.

A capella

"¡Es el huracán Tini!",me dijo mi amigo César mientras esquivábamos turros de cartas, banderas patriotas, pulseras y hasta una caja con botines que un papi sacó en tres cuotas a precio contado para la ocasión. Ni en un Superclásico tiran tantos cachivaches.

Sorprendida por la efusividad de las futuras generaciones de Chile, Stoessel se animó a cantar a capella el hit de la peli "Frozen", "Libre Soy", "A mi lado" y "Gira el mundo", entre otros clásicos loléins. Y viendo que cada vez entusiasmaba más a sus fieles, les tuvo que pedir que pusieran ojo en no aplastar a las seguidoras de bolsillo que estaban en primera fila, "se van a lastimar chicas", les advirtió.

Para cuando la artista se quiso despedir y acercarse a las rejas, de lado a lado, para saludar y firmar copias de su obra, los gorilones que la custodiaban pusieron cara de apestados y más de uno quiso tragarse un wokitoki. "No lo puedo creer una locura, gracias Chile (...) cuánta gente, gracias por venir", desembuchó la artista a quien sacaron de un ala entre la lluvia de presentes que se dejó caer en la Estación Mapocho.

Violetta criolla la rompe en circo solidario de Melipilla | La Cuarta

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