Dos personajes que sin duda han contribuido al éxito de la producción, ya que hacía rato no se veía tanta maldad junta. Garmendia es Mateo Santa Cruz, el tercero de cuatro hermanos que habrían abusado a Amanda (Daniela Ramírez) hace 14 años. Es el predilecto de su tránsfuga mamita, un hijo ejemplar, veterinario y de una personalidad perfeccionista, y obsesiva, aunque se hace el de la chacra pa' pasar piola. "Es bien malo, no da puntada sin hilo y como buen villano siempre va dos pasos más adelante que los demás".
- Hasta se piteó al perro de la teleserie.
- Así es. Aparte hay un morbo por saber cuál es la próxima maldad de Mateo. Es que es muy frío, excepto con lo que quiere conseguir.
- Mamón también...
- Como referente tiene una relación al estilo Norman Bates con su madre, como en la película "Psicosis", está medio loco. Para hacerlo llegué a zonas como actor que uno no habita normalmente. La idea es que se vea algo orgánico, no que sea una caricatura.
-¿Te dicen cosas en la calle por ser tan natre?
-La gente estaba acostumbrada a que hiciera de bueno. Ahora me preguntan "¿por qué hace de malo si tiene cara de bueno?", pero hay buena onda, no me han tirado huevos, ni lanzado tomates, espero que no pase. El pulso que siento es que el trabajo está siendo bien valorado.
- Se cacha que te vas poner más turbio.
- Mateo es un villano, alguien tiene que hacerse cargo del eje del mal, supongo que esa responsabilidad recaerá en mí.
LA MADRE DEL CORDERO
La raíz de lo siniestro del cabro está en la madre, Catalina, que a todo el mundo dice "Ñatito", de manera despectiva.
Loreto Valenzuela desmenuza a la terrible iñora que está en silla de ruedas y tiene parálisis facial: "Aparte de que me veo horrorosa, en esta teleserie definitivamente soy mala, vieja, fea y pesada. En general, soy un plomo. Es primera vez que hago un personaje tan desagradable".