Ingrid Parra tiene 25 años y antes de entrar al elenco de la teleserie "Cuenta Conmigo, te quiero a morir" picó por aquí y por allá, en pomadas como "Fortunato" y "Mitu".
En el actual draculón del 13, es "Rosario", una lola de 15 pepas embarazada y que quiere puro regalar su guagua cuando nazca, ya que no está ni ahí con desperdiciar su juventud.
Un tema peludo en el que por primera vez la estación católica mete la cabeza. "Cuando me dijeron que existía la posibilidad de hacer este personaje, me quedé un poquito plop, pero a la vez encuentro genial que el canal se atreva a tocar el embarazo adolescente", dice Ingrid.
- ¿Conoces un caso parecido?
- No, pero estuve revisando unas encuestas que se hicieron en Chile que dan cuenta de que el mayor porcentaje de personas que quieren dar en adopción son adolescentes. Esta es la realidad que vivimos hoy.
- Igual es raro que el 13 se haya atrevido a tocar esa tecla...
- Es común, pero no es normal que las niñas de 15 años queden embarazadas y mostrar esto puede servir para que alguna chica de 15 años, por último, se preocupe un poquito más de este tema. Esa enseñanza la encuentro excelente. No estamos vendiendo la pomada de comediantes, ni nada de eso, nuestra teleserie es real.
- ¿Qué hay del tema del aborto?
- Ella no está de acuerdo con el aborto y en ese sentido va igual por la línea del canal que es sí a la vida y no a la muerte.
- Para hacer de colegiala ¿tuviste que volver al colegio, pa' cachar lo que se estila ahora?
- Para hacer mis personajes tengo la costumbre de revisar mi vida hacia atrás, para ver qué puedo rescatar o curar... Mi hermana fue mamá muy joven, cuando estaba en el colegio, y siempre estuvimos apoyándola. Por lo mismo, ahora me he juntado mucho con ella.
- Ah, la tienes clarita, entonces.
- Tengo bien de cerca la historia, aunque mi hermana jamás hubiera regalado a su hija. Entonces, lo que ella pensó y vivió con ese embarazo yo lo estoy haciendo ahora con el personaje.
- ¿La Rosario va a cambiar su decisión en algún minuto?
- Va a ir madurando con el tiempo, pero no va a cambiar su determinación.
- ¿Y de quién es la guaguaaaa?
- Ah, eso es secreto de sumario, jajajá.
Por Carolina Ruiz M.