Ivette le debe plata y oro al feúcho "Hugo"

Para los que vivían pegados a la caja idiota en la mitad de los '90 es imposible no asociar a Ivette Vergara con el troll más famoso de nuestra tele: "Hu-Hu-Hu-Hu- Hugo". Por más que la animadora del próximo Festival de Olmué esté hace caleta de lunas metida hasta el barro en el periodismo, la gallá  de la época no olvida la dupla que hacía con el orejudo.

"Voy de compras y la gente me dice: 'Te tengo que saludar porque para mí eres como parte de mi familia,  porque te han visto tantos años y todos los días'. Y claro, los años que hice el "Hugo" estaban todas las mamás obligadas a verme porque lo veían con sus hijos", cuenta, atesorando que este recuerdo es su mayor carta de presentación.

Como ejemplo, relata que en la "Revolución Pingüina" no dejaban entrar a los medios, pero apenas la cacharon le empezaron a gritar "¡Hugo, Hugo, Hugo!".  "Me dejaron entrar e hice la nota".

- ¿Qué te hicieron adentro los cabros?

- Imagínate, hablamos y tuve exclusiva por eso. Para mí es 'San Hugo'. Fíjate que hasta autoridades me han dicho que me veían todos los días con sus hijos. Ahí me doy cuenta de que me abren las puertas porque se acuerdan de mí como de la familia.

- Y tan refeo que era el mono ése...

- Pero aparte del "Hugo", también hice el "Día a Día",  y viví todos mis embarazos en pantalla, por todo eso creo que la gente me ve común y corriente y confía en mí. Ha visto una Ivette que empezó a los 17 años hasta hoy día que tengo 36. Ha seguido todos estos años de mi vida.

- Entonces debes estar terrible de confiada para enfrentar al respetable de Olmué...

- Es un desafío. Es muy distinto animar un programa de televisión en estudio a estar con miles y miles de personas en un festival, en un tremendo escenario y hay que ir captando las emociones del público. Eso me produce cosquilleo en la guatita y un cierto temor.

- El año pasado pifiaron a  Cata Palacios, ¿te da cuco?

- La gente está siendo parte de un show y una tiene que ir muy preparada, respetando mucho al público. Es un trabajo no menor. Es una serie de combinaciones de ciertos puntos: Qué y cómo lo vas a decir, qué te vas a poner. El año pasado con Leo Caprile eso se dio de manera muy espontánea.

Carolina Ruiz M.

COMPARTIR NOTA