Lo dijo como talla, pero no faltaron los agüeboldos que empezaron a tirarle la chequera a la Javi Acevedo pa’ saber lo que es güeno. La confusión aconteció luego de que la rucia chacoteara  que costaba  “dos palos y medio” pasar una noche de pasión con su cuerpacho, en el programa “Nessum Dorma” (UCVTV).

Ahí mismo, Gonzalo Egas se tarifó en 500 lucas, pero ni porque estaba a precio de outlet logró la repercusión de la ex Reina Guachaca. Tomándoselo con caleta de humor, la Javi ayer se hizo cargo del interés carnal que causó su anuncio, tuiteando otra tallita: “Déjense de pedirme rebajas. Porfa”.

- ¿Has tenido muchos pedidos online, Javi?

- Claro... jajajá. Bueno, los amigos de verdad lo hacen, leseándome.  Pero lo que dije es una broma e igual hay gente mal intencionada de otros programas que hablaron el tema en serio, siendo que se trata de una talla. En el panel de ‘Nessun Dorma’ hay más personas, nadie dijo que el otro (Gonzalo Egas) cobraba 500 lucas. Yo porque cobré 2 palos y medio me agarran...

- Lo importante es que te ha llegado cualquier oferta, de hambre no te morirás nunca, cabra.

- Jajajá, me han llegado ofertas y les dije a todos mis amigos que no hay rebaja, al contrario, al que me pide rebaja le voy a subir el doble, jajajá.

- Van a tener que pedir un crédito los jotes.

- Estamos jugando. Me lo tomo con humor, pero hay que tener claro que tengo una familia detrás y hay que ponerlo en el contexto en que se dio.  Si yo hiciera eso de verdad, lo haría pa’ calladita.

LA SUFRE

Pa’ olvidarse un rato de tanta cabeza de pescao, durante la tarde de ayer la actriz se la pasó meditando en un spa, y no cualquiera, sino un “spa del silencio”, especial para limpiar la mente y aliviar aflicciones del esqueleto, de las que sufre de jovencita. “Siempre he tenido dolores lumbares cuáticos, tengo un problema a la columna, estoy un poco falladita. De niña tuve  displasia en las caderas, fui bailarina toda mi vida, siempre he entrenado y quedo media contracturada con los ejercicios, porque son un poco fuerte”, cuenta Acevedo sobre sus achaques.