“¡Estoy amando el pisco sour y el pebre! Ahora entiendo por qué a Celia le gustaba tanto venir para acá”, suelta con ese acentico lleno de azúcar de las centroamericanas y antes de responder cualquier pregunta, la guapísima Jeimy Osorio. Esta actriz puertorriqueña es quien le presta su cuerá a la diva de la salsa en la serie “Celia”, que por estos días es furor en Colombia y Yueséi, y que llega a Chilito de la mano de Canal 13.
De pura presencia, la morenaza es una mujer imponente, capaz de poner en aprietos al más experto galán. Sus 172 centímetros de puro sabor, más unas caderas que parecen carreteras, sumado a su pelo afro, que se asemeja a un algodón de dulce, la convierten en una delicia. Esa misma que disfrutaremos desde este domingo en la laureada serie.
“Jamás pensé que iba a llegar a Chile, ¡es fantástico!”, exclama con la cara llena de risa Jeimy, quien de todos modos ya ha estado frente a nuestros ojales, aunque nosotros casi ni nos enteramos. “Tuve una aparición en ‘Rápido y Furioso 5’, era la mamá de Nico”, saca pecho.
Es que no es pa’ menos, ya que “era primera vez que postulaba a un papel de ese tipo, y de inmediato me lo dieron. Soy una agradecida de cómo he ido avanzando en mi carrera, ya que lo he hecho a paso de gigante, y este protagónico reafirma eso”, comparte la gema de ébano, que representará a Celia Cruz joven y hasta los 45, ya que luego es la actriz y cantante cubana Aymee Nuviola, quien representa a la estrella en su fase más adulta.
- ¿Se encuentra parecida a Celia Cruz?
- Mucho. Miro a Celia y veo que tiene mucho de mí, pero sobre todo de mi madre, se parecen harto. Varios me han dicho “es que tú eres muy linda para ser Celia”, pero yo sólo pienso que no han visto las fotos de ella cuando joven, porque era guapísima.
- ¿Le han criticado algo?
- Pensé que me iban a dar duro por no ser cubana, así que me fui a Cuba para agarrarles un poquitico el acento.
- Esa es una fineza que para nosotros es casi imposible de captar...
- Seguro, pero créeme que de verdad es distinto.
- ¿Qué es lo que más le conmovió de la vida de Celia?
- La estudié mucho, porque no me quise quedar con lo básico. Allí me di cuenta de los dolores que ella siempre se encargó de ocultar, de mantener al margen de su carrera artística. Celia jamás brilló por sus lamentos, tampoco por escándalos en revistas: se hizo grande por la artista que fue, por su alegría, que se transmitía. Esa fue mi misión, grabar todos los días con su misma felicidad desbordante.
- ¿Le da cuco que la encasillen para siempre como Celia Cruz?
- ¿Miedo? ¡Jamás! Sería un orgullo, aunque nunca podré ser ni un poco de lo que ella fue. No voy a renegar por ningún motivo de este papel, porque la “¡azúcaaar!” la llevo en el corazón.