Jenni busca mánager que la deje suavecita

Jennifer Mayani no pierde la esperanza de lograr que todos los tevitos que la vieron como un plomo en 40 ó 20, la miren ahora con otros ojos, como la cabra humilde y buena onda que ella se jura en la realidad.

Para tal propósito, hace un par de semanas que se puso a indagar en el medio farandulero y preguntó a cercanos por datos de algún mánager que le haga el milagro de convertirla en Dulcinea.

La búsqueda la llevó a contactar un par de expertos en el manejo de farandulines. A ellos les contó que quería lavar con cloro y metapío esa imagen negativa que le dejó el dating show de Canal 13, porque simplemente cree que no es así como la pintaron. "Quiere que la conozcan de verdad como es ella, quiere tener el cariño de la gente", asegura un cercano a la morena de origen indio, que por estos días está en Punta Arenas cargando pilas para regresar a la capital y decidir los pasos que seguirá en su carrera.

Mayani terminó muy achacada y sentida con su salida a la fuerza del espacio, una vez que llegó la todoterreno Dominique Gallego.

De vuelta en el mundo cruel, además de darse cuenta de que medio Chile la creía pesada y de popín parado, cachó que el programa no tenía nada que ver con su verdadera pasión, esa que la llevó a brillar en la industria del cine indio, Bollywood: simplemente actuar.

Con esa premisa bien clarita, la amiga de Adriana Barrientos dio vuelta la página del cocido. De aquí en adelante, sus neuronas se concentrarán en enganchar con pegas de actuación y/o modelaje publicitario, según confirmó un miembro de su círculo de amigotes.

La ex musa de la casona les ha dicho a sus amigas que Uri Uri le hacía tilín y al "Lolo" Peña lo encontraba demasiado pasadito con 58 inviernos. Punto aparte le ha hecho siempre a Philippe Trillat, quien la semana pasada prefirió escapar, desmotivado por la ausencia de Jennifer. Hoy, ambos en libertad, ya se pegaron sus telefonazos y apenas la muchacha llegue del sur, se verán los carachos.

"En algún momento le comenté a ella que cuando estuviéramos afuera nos teníamos que juntar. Ahora son citas voluntarias y esas son las mejores", se despachó Trillat.

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