"Nada de lo que se señala en la acusación ocurrió nunca. Se trata de una completa ficción, algo fabricado". Así rechazó John Travolta, por medio de su portavoz, la demanda por abuso sexual interpuesta contra el actor por un masajista.
Los hechos, que fueron difundidos en marzo por el copuchento diario gringo National Enquirer ocurrieron, según lo narrado por el acusador, durante una sesión de masaje en el hotel Beverly Hills, el pasado 15 de enero. Lo que juran los cercanos a Travolta es que no estuvo cerca de ahí durante esos días.
En la presentación ante los tribunales, el demandante -que se identifica con el alias de John Doe- pide el pago de una indemnización por US$2.000.000 por cargos como acoso, abuso sexual, daños y estrés emocional causado intencionalmente.
Valeria Perasso, corresponsal de BBC Mundo en Los Angeles, escribió en su nota citando la demanda que "la sesión con el masajista fue arreglada por una persona anónima, que lo recogió en una calle acordada y lo llevó al hotel, donde se le pagarían US$200 por hora de servicio. Ya en la habitación, Travolta se desnudó y lo tocó pese a las protestas del masajista".
El actor, que anduvo por acato durante marzo, asegura por medio de su portavoz que toda la acusación es "sin base", que se defenderá en tribunales y que después hará uso de su prerrogativa de "demandar al abogado de la acusación y al fiscal por acción judicial malintencionada".
