Justin Bieber vuelve a sumar otra razón para ser odiado y envidiado: según las malas lenguas el quiebre entre el enano canadiense y la tierna Selena Gómez se habría debido a una patas negras de proporciones: Rihanna.
Una supuesta amiga de Selenita se fue de tarro y confesó, jurando cruz para el cielo. que apenas la palomita se enteró de que la rica frentona le cantó Baby, baby, baby a su prete al oído y en privado, no dudó en chutear al canalla y llorar.
Haciendo sumas y restas con el calendario, varios copuchentos aseguran que el lugar del crimen pasional habría sido durante un partido de básquetbol en el que Justin y la morocha se conocieron.
Otros, más valientes, se fueron en la teoría pasional que el flirteo habría comenzado en un evento de Victoria Secret en el que compartieron y que tras el final se fueron afinar la garganta y manitos solitos al hotel, sin seguridad ni gorilones.
Ante el malintencionado rumor, el representante de Bieber salió a negar el affaire, tratando de dejar bien parado al angelito.