No serán famosos ni figuras esbeltas las que vuelvan a la pista bailable de uno de los estudios de TVN, sino que una tropa de gordis de todos los gramos y tallas.
La dieta del lagarto, comer poco y bailar harto es el próximo programa estelar, que se viene terminado Factor X, cuya gracia es que concentrará a un lote de participantes tipo Cuestión de Peso, pero con la gran diferencia de que no se le exigirá dejar los manjares ni molerse a abdominales, sino que solamente moverse al son de los ritmos de ballroom.
Tampoco, indica el productor ejecutivo del programa, Nicolás Quesille, "estamos ofreciendo operaciones ni ninguna otra cosa fuera de baile".
Karen Doggenweiler, su conductora, adelanta que los robustos seleccionados tendrán la misión de "ponerse en forma bailando y demostrar que tienen tanto o más gracia que los demás para hacer una linda coreografía". "Les voy a sacar trote y ojalá dejar tiquitaca", agrega la rucia multipropósito y postulante a reina Guachaca.
Ya van más de 10 mil inscritos en el casting a través de la página web del canal y, además, suelta Quesille, "hay inspectores que se encuentran buscando gente, bailarines en potencia en patios de comida, fiestas".
"Haremos un programa de alto glamour, donde la competencia se va a concentrar en el sobrepeso. Habrá fantasía, bonitas puestas en escena, un discurso paralelo que dice que haciendo algo tan simple como bailar también te puede ayudar a bajar unos kilos", detalla.
Todo, aclara el mandamás, supervisado en terreno por médicos y sicólogos por si las moscas.
- ¿Cómo se manejará la exposición de los rellenitos y el tema del morbo en el cocido?
- Es un programa de baile, nuestra preocupación está en el baile, estamos preocupados de entregar un contenido sano con el ánimo de pasarlo bien. Queremos mostrar a la gente bailando y el resultado final es divertirse. Mostraremos la historia de sacrificio de estos participantes y la idea es que se conviertan en un ejemplo a seguir.