Carretes largos han existido muchos, pero el que se pegó la rubia maniquí Kate Moss el viernes recién pasado batió todos los récords. La modelo cumplió 34 años ese día y tomó la decisión de celebrar con 34 horas de pura acción, sin parar.
El brillo comenzó en un hotel de Londres, donde la blonda invitó a sus amiguis más cercanas a beber champaña, luego llegó el bajón del hambre por lo que la treinteañera se fue junto a sus amigotes y la familia a un restorán. Estuvo unas horas en un club privado y para remachar el medio carrete, en la mañana del sábado Moss fue a visitar a una amigota al norte de Londres para luego regresar fresquita a su casa a tomarse un vodka.