La cantante gringa Katy Perry se anotó un poroto judicial en Los Ángeles, luego de ganarle un litigio a dos monjas que se oponían a que comprara un convento ubicado en las cercanías de Hollywood.
Las hermanitas Rita Callahan y Catherine Holzman, pertenecientes a la Congregación Misioneras Corazón de María, querían venderle el terreno a una empresaria que pretendía convertir la propiedad en un hotel y no a la rica cantante, quien "no representaba sus valores".
La corte suprema de Los Angeles invalidó el acuerdo de las monjitas con la empresaria al conocerse que no existía razón alguna para que la chiquilla de ojos azules no se pudiera hacer del monasterio en venta, siendo que ofertó 14,5 millones de dólares en un puro pago.
Pese a la decisión de la corte, las hermanitas anunciaron que seguirán la pelea y que hasta donde saben, "la cosa aún no termina".