La película "Atrápame si puedes" es una alpargata al lado de la aventura que por estos días viven la ricarda Marlen Olivari y su nuevo pinche, el kinesiólogo del Colo, Alejandro Koch.
La novel pareja, que fue sapeada en actitudes amorosas hace algunas semanas por medios de farándula, decidió mandarse a cambiar en busca de la reconocida paz que abunda en las cototas playas de Colombia.
Así la cosa, la parejita abordó a las 07.45 del domingo el vuelo 098 de Avianca, donde viajaron en clase turista y uno al lado del otro, rumbo a Bogotá.
El plan de paseo incluye llegar a las paradisíacas playas de Cartagena de Indias.
PIOLITA
La idea de la pareja, era virarse lo más temprano posible para evitar que los flashes y cámaras la cacharan en su piquecito de amor.
Además que este viaje le viene como anillo al dedo a la morenaza, pues tras dejar la mansaca con sus declaraciones en contra de Roberto Dueñas, en "Juntos"; se esfuma de Chile y evita seguir parlando sobre su separación.
EXCUSA
En Chilito, el profesional de los músculos excusó su ausencia argumentando que se estaría perfeccionando durante unos días en un cototo congreso internacional, según informaron en su propia consulta.
Pero la chiva no se limitaría a los detalles señalados, pues según dateros pop, ante su ex pierna suave, el kinesiólogo del Popular habría jurado de guata que el famoso congreso se llevaría a cabo en la prestigiosa Universidad de Antofagasta, lugar donde por cierto no tenían idea ni del perico ni de la actividad en cuestión.
PIERNA SUAVE ESPERA AL HOMBRÓN CON EL USLERO EN LA MANO...
Cuentan los cercanos a la experta cazadora acuática, Delia Vargas Easton, que ella muere de amor por Alejandro Koch.
Tras 10 años de relación, que les dejó un retoño, la pareja habría terminado su enlace hace poco, aunque eso no estaría oleado y sacramentado para la deportista, quien lo estaría esperando con el uslero en la mano.
Según nos datearon cercanos a la familia, Koch aseguró que estaba solito y que sólo se iba pa' Antofa para cumplir con un congreso, asunto que a las finales era mula. Sus pertenencias siguen en el hogar que ambos compartieron y que está ubicado cerquita de su consulta en avenida Kennedy.
Jorge Ruz Arias