"Kiwi" asegura que Ananías agachó el moño y se disculpó

En comparación a sus compañeros reclutas, Arturo Walden, cuya chapa militar en "Pelotón" es "Kiwi", se ve como un gigante, y es que sus más de dos metros de altura incluso dejan como llavero al Instructor.

Sin embargo, el "Kiwi" tiene alma de niño que se niega a crecer, tal como si fuera Peter Pan. En esa onda, entramos en confianza con el chiquillo y conversamos sobre sus deseos de ganar el reality, y sus ganas de ser amigui con ventaja de la recluta Mella.

¿Qué ha sido lo más difícil de estar en "Pelotón"?

Lo más difícil es que hecho mucho de menos a mi hija, pero era parte de lo que sabía. De todas formas, ahora me gustaría salir después de Año Nuevo, sé que es difícil porque compito con compañeros que son mucho más atletas y deportistas, pero he bajado sus buenos kilos.

¿Y qué onda con la recluta Mella?

Jajajá,  uno como que busca afectos y los más contenedores conmigo son Carlos Menem y Marión Díaz. Pero la mayoría de los reclutas son 20 años menores que yo. Y eso es harta diferencia, porque tengo  43 años y algunas de las chicas podrían ser mis hijas. Pero la recluta Mella  entró conmigo, es amiga de mi hermano, tiene hijos, es una linda mujer y a mí me encanta.

Chadud te eligió primero para que lo ayudaras en la final, y luego se quejó de que los reclutas no pusieron lo suyo...

Es efectivo que Chadud tuvo algunos problemas con los reclutas y yo fui uno de los más solidarios con él. Aunque no compartía algunas cosas de su forma de ser, él confió mucho en mí. Cuando terminamos esa prueba todos quedamos amargados y  yo doy fe que con mis compañeros hicimos todo lo posible.

mal rato

El Kiwi sabe que la gente y los reclutas  lo quieren, sin embargo, la semana pasada tuvo una dura pelea con Giovanni Ananías.

¿Qué pasó con el paisano Ananías?

El otro día en una prueba se generó una discusión que se agrandó porque uno quiere ganar. Giovanni quizás no se dio cuenta, me agarró del brazo y eso me dolió. Como que nos agarramos, después entramos a las duchas e íbamos a conversar.

¿Qué pasó después?

Después Giovanni vino a la pieza, donde me estaba vistiendo y él comenzó a reírse de mí. Yo no creo que sea mala persona, pero hay que conocerlo, es un poco agotador, muy repetitivo, pero ya hemos conversado y me pidió disculpas.

Francisco Bonifaz R.

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